Me siento tranquilo y en control de mi trabajo.
Confío en mis habilidades para manejar cualquier desafío laboral.
Estoy rodeado de un ambiente de trabajo positivo y colaborativo.
Me tomo el tiempo necesario para descansar y recargar energías durante el día laboral.
Soy capaz de priorizar mis tareas y trabajar de manera eficiente.
Acepto que no puedo controlar todo y me enfoco en lo que sí puedo cambiar.
Me permito desconectar del trabajo al finalizar la jornada laboral.
Aprecio los logros que he alcanzado en mi trabajo y celebro mis éxitos.
Mantengo una actitud optimista y resiliente frente a los desafíos laborales.
Me permito pedir ayuda y apoyo cuando lo necesito en el trabajo.