Soy capaz de cuidar mi cuerpo y alimentarlo de forma saludable.
Mi cuerpo es mi templo y lo trato con amor y respeto.
Disfruto de hacer ejercicio y moverme cada día.
Escucho a mi cuerpo y sé cuándo estoy satisfecho.
Elijo alimentos nutritivos que me ayudan a mantener un peso saludable.
Cuidar mi cuerpo es un acto de amor propio.
Me siento fuerte y enérgico al mantener un peso adecuado.
Acepto mi cuerpo tal como es y trabajo para mejorarlo cada día.
Visualizo mi cuerpo en su peso ideal y trabajo para alcanzarlo.
Me siento orgulloso/a de los cambios positivos que estoy logrando en mi peso.